Mis días en la Tierra

domingo, 18 de noviembre de 2012


LA BANDA ORIENTAL PRADERA, FRONTERA, PUERTO:

            La consideración de “tierra de ningún provecho” para la Banda Oriental, comenzó a cambiar a comienzos del siglo XVII.
            Cuando Hernandarias, primer gobernador criollo de Asunción, llegó a estas tierras en 1607, quedó admirado de las excelentes condiciones naturales que proporcionaba el suelo para la cría de ganado y comprendió la riqueza que podía generar. A partir de esto hizo dos introducciones de ganado vacuno, en 1611 y 1617, por la zona del actual departamento de Colonia. Estas primeras introducciones no superaban las 100 vaquillonas y algunos toros. Luego en 1634 llegaron 5000 vacunos más desde el norte.  Por las buenas condiciones del clima y del terreno este ganado se reprodujo rápidamente y en poco tiempo el número de vacunos llegó hasta los 5 millones. Además se extendieron por todo el territorio llegando hasta el Cebollatí y las llanuras de Rocha. Sobre los caballos no hay acuerdo, para algunos, habrían llegado antes, en 1574 desde Santa Fe, pero otros sitúan su llegada más adelante, luego del ganado vacuno.
            El tipo de ganado que pobló nuestras praderas no era como el actual. Era ganado cimarrón, no sujeto a rodeo ni a ninguna clase de cuidados, por lo cual su carne era escasa, no muy rica y dura; pero su cuero muy grueso.
            En Europa en ese momento los ejércitos eran cada vez más numerosos y crecía más la fuerza de infantería. Debido a esto todos los años se necesitaban miles de mochilas, correajes, pares de botas para soldados; y el cuero europeo no era suficiente.         Así fue como la Banda Oriental dejó de ser “tierra de ningún provecho” para transformarse en “mina de carne y cuero”.